Tu hijo duerme mal y observas un comportamiento irritable durante el día. Un desinterés en su entorno, dificultad para concentrarse, para poner atención, por mencionar algunos, y la pregunta que surge es: ¿esto es un trastorno o un problema de sueño infantil?
Es importante que sepamos identificar las diferencias cuando hablamos de uno u otro.
El trastorno de sueño infantil es una alteración real, no una variación, de una función fisiológica que controla el sueño y opera durante el mismo.
Síntomas que pueden indicar que tu hijo presenta un trastorno de sueño
1. Se le dificulta quedarse dormido (se tarda más de 30 min) o permanecer dormido, teniendo despertares frecuentes en los que requiere de la presencia o ayuda parental para regresar a dormir.
2. Presencia de ronquido, hace ruido al respirar o respira pausadamente.
3. Respira por la boca mientras duerme.
4. Despierta confundido o aterrado durante la noche.
5. Presenta eventos de sonambulismo constantes (caminar dormido).
6. Se mece a sí mismo o se golpea la cabeza para dormir.
7. Se queja de dolor u hormigueo en las piernas o brazos durante la noche.
8. Golpea las piernas con movimientos rítmicos mientras duerme.
9. Dificultad para despertarse por la mañana o presencia de somnolencia durante el día.
10. Problemas de conducta durante el día e irritabilidad.
Posiblemente identificaste tu caso con el punto no. 1 ya que es muy frecuente en los niños, el insomnio infantil, pero esto no siempre es un trastorno. Para que se considere uno, requiere cumplir un criterio muy importante que es el de la duración.
¿Cómo saber si tu hijo tiene insomnio infantil?
De acuerdo a distintas Clasificaciones Internacionales de los Trastornos de Sueño (ICSD-3 y Manuales Diagnósticos (DSM-V), el Trastorno de Insomnio se caracteriza por la presencia de los siguientes criterios:
A. El paciente refiere, o los padres/cuidador del paciente observan, uno o más de los siguientes:
1. Dificultad para iniciar el sueño (demorar más de 20-30 min).
2. Dificultad para mantener el sueño.
3. Despertar antes de lo deseado.
4. Resistencia a irse a la cama a un horario apropiado.
5. Dificultad para dormir sin la intervención de los padres/cuidador.
B. El paciente refiere, o los padres/cuidador del paciente observan, uno o más de los siguientes síntomas relacionados con la dificultad para dormir durante la noche:
1. Fatiga/malestar.
2. Alteración de la atención, concentración o memoria.
3. Alteración del rendimiento social, familiar, laboral o académico.
4. Alteración del humor/irritabilidad.
5. Somnolencia diurna.
6. Problemas de conducta (p. ej., hiperactividad, impulsividad, agresividad).
7. Disminución de la motivación, energía, iniciativa.
8. Predisposición para errores/accidentes.
9. Preocupación o insatisfacción con el sueño.
C. Las quejas de sueño/vigilia no pueden explicarse simplemente por una inadecuada oportunidad para dormir (es decir, asignación de tiempo suficiente para dormir) o circunstancias inadecuadas (es decir, el entorno es seguro, tranquilo y cómodo) para dormir.
D. La alteración del sueño y los síntomas diurnos asociados se producen al menos 3 veces por semana.
E. La alteración del sueño y los síntomas diurnos asociados han estado presentes durante al menos 3 meses.
F. La dificultad de sueño/vigilia no se explica mejor por otro trastorno del sueño.
Si bien dentro de las clasificaciones no se establece una edad específica, la Academia Americana de Pediatría y expertos en sueño infantil, indican que en niños sanos y nacidos en término mayores a 6 meses, es esperado ver periodos consolidados de sueño de al menos 6 horas continuas.
Si tu hijo presenta esta sintomatología de forma solo ocasional o por un periodo menor a 3 meses, no es un trastorno. Todos los niños presentan problemas para dormir alguna vez, incluso nosotros como adultos también tenemos malas noches. Esto es normal y muchas veces no necesita ser tratado.
Pero, por el contrario, si esto es algo recurrente en tu hijo sano y nacido en término, y no mantiene un periodo de sueño de al menos 6 horas a partir de los 6 meses y presenta esta sintomatología al menos 3 veces por semana, en un periodo de 3 meses; es posible que tu hijo padezca de insomnio infantil.
Si ya identificaste que no es un problema pasajero en tu hijo, es muy importante que lo atiendas, ya que de eso depende su correcto desarrollo.
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